Metal: Retira la correa del reloj, añade una cantidad adecuada de detergente al agua caliente, deja en remojo durante 10 minutos y luego cepilla con un cepillo de cerdas suaves. Una vez terminado, enjuaga con agua limpia y seca con un ventilador de aire caliente eléctrico.
Plástico: Añade una cantidad adecuada de detergente al agua caliente, deja en remojo durante 10 minutos y luego cepilla con un cepillo de cerdas suaves. Después, enjuaga con agua limpia y deja secar la correa al aire en un lugar fresco.
Piel de vaca: Primero, utiliza una goma de borrar para limpiar la parte sucia de la correa del reloj. Como parte de la suciedad flota en la superficie de la correa del reloj, será más fácil eliminarla para el trabajo posterior. Humedece la parte sucia de la correa con un paño suave; no viertas agua directamente sobre ella, ya que esto dañaría el cuero y podría deformar la correa. Aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes en las áreas sucias y cepilla suavemente con un cepillo de dientes. Al cepillar, sigue la textura de la correa del reloj, tal como si estuvieras cepillando tus dientes. Limpia la espuma de pasta de dientes con un paño suave humedecido en agua, y luego utiliza papel para absorber el agua restante en la correa. Si todavía quedan manchas en la correa después de secar, puedes cepillarla unas veces más. Verifica si queda suciedad en la correa. Si es posible, utiliza una goma de borrar para eliminarla. Si se trata de suciedad persistente, como chicle, debes ir a un lugar especializado para limpiarla. No lo fuerces, ya que esto puede rasgar el cuero. Si aún queda suciedad persistente, limpia suavemente con un paño suave humedecido con un poco de alcohol. El alcohol tiene un fuerte efecto limpiador, pero tiene ciertas limitaciones, por lo que puedes probarlo.